ALBAICIN fue en esencia la elegancia hecha caballo. Este castaño hijo de NILO, de imponente presencia, poseía una exquisita doma de alta escuela y la demostraba ejecutando en el ruedo el paso español y el passage. ALBAICIN atesoraba una arte privilegiado que fue consolidando con el paso de los años hasta convertirse en un excepcional caballo de banderillas, con una admirable habilidad para realizar las batidas y un temple especial a la hora de galopar de costado.