Heleodoro Lozano
Lusitano
Tordo
Banderillas
MONTERREY en poco tiempo dejo entrever grandes progresos en su preparación. El equino combinaba con acierto rapidez y sitio para ajustarse a las violentas embestidas iniciales de los toros, con valor para dejárselos llegar muy cerca. Estas cualidades le volvieron en principio un auténtico comodín, ya que podía ser empleado tanto para recibir a los toros de salida como para el tercio de banderillas. Pero después de un tiempo el caballo comenzó a destacar sobremanera en este último, sobretodo por la agresividad que mostraba en cada reunión, abalanzándose sobre sus oponentes para intentar morderlos. En su mejor momento una enfermedad repentina truncó su existencia.