NAPOLEON fue adquirido en México por Pablo, habiéndo ya toreado con otros jinetes. Era un verdadero gusto ver como este caballo cita a los toros realizando un rítmico balanceo para después lanzarse al ataque yendo siempre de frente, viendo al toro, dando el pecho y caracoleando para terminar la reunión; todo con un alto sentido del temple y bajo cánones de cierta pureza.