EXTRA DE REJONEO I

Resumen

Pablo Hermoso de Mendoza. Genio y figura; es el título del apartado que el semanario taurino Aplausos le dedica al maestro navarro del toreo a caballo.

Autor  |  Medio

Gonzalo I Bienvenida  |  Semanario Aplausos

Fecha

Enero de 2020

País

España

PABLO HERMOSO DE MENDOZA. GENIO Y FIGURA

En la cumbre de su magisterio, Pablo Hermoso de Mendoza ha dado la alternativa a su hijo Guillermo en Sevilla y ha abierto la puerta grande de Las Ventas en el recién vencido 2019. Para el año presente prepa­ra una campaña corta, con visos de relevo dinástico. Su momento artístico cuenta con el reconocimiento de los amantes del rejoneo y de la más alta escuela de equi­tación. Es todo un referente en Portugal, un ídolo incontestable en Francia, un rey en México y un maestro imbatible en España.

 

Casi treinta años separan la alternativa del padre de la del hijo. Tres décadas en una era marcada por el genio de Estella. La temporada ha servido para reci­bir y arropar a Guillermo, abrirle hueco a su amparo en la mayoría de las ferias pero también para reivindicarse en Ma­drid con una puerta grande rotunda. Por­tugal, como cuna y reserva del rejoneo más puro, continúa admirando a Hermo­so de Mendoza. Cuarenta y seis paseí­llos: Veintitrés en España, uno en Francia, cuatro en Portugal y dieciocho en México.

 

-¿Qué es lo que más le ha llenado de este 2019?

-Son muchos años, no es una tar­de ni un momento. Pero desde luego, la cumbre de Madrid. Por distintas cir­cunstancias, no había redondeado en los últimos años una faena completa en Las Ventas como la de este año. Me supo a gloría. Llegué con esa presión que te hace dudar si es una cuestión de uno o qué pasaba, pero gracias a esa tarde volví a confiar en mí mismo.

 

-Madrid se entregó con usted ese día dándole las dos orejas del toro de El Capea aunque ya venía predispues­to el público por el gesto de raza de fi­gura que tuvo el año anterior al echar la corrida para delante con una lluvia torrencial.

-Es cierto que no fue una situa­ción fácil. Al ser el director de lidia mi opinión contaba mucho, por mi expe­riencia sabía que el ruedo de Madrid drena muy bien y la predicción meteo­rológica decía que dejaba de llover un poco después. Fue una tarde difícil e importante al mismo tiempo, el toro tuvo una movilidad complicada, dio muchos arreones por eso la faena es­tuvo llena de emotividad y riesgo por el estado del piso.

 

-Otra plaza incondicional en su carrera es la de Nimes, este año cor­tó tres orejas con la corrida de Fermín Bohórquez.

-Nimes ha sido una plaza clave en mi vida. He tenido grandes triunfos y, sobre todo, me he sentido muy queri­do. Podría decir que es mi plaza em­blemática. Me hace muy feliz la acogida que ha tenido Guillermo, ha caído de pie y ha triunfado a lo grande cortando dos rabos, uno en 2018 y otro este año.

 

-Además de esos dos triunfos en pla­za de primera como mayores glorias de este 2019, cabe destacar la emotiva ce­remonia de alternativa en la Maestran­za de su hijo Guillermo con  Lea Vicens como testigo.

-Cuando nos ofrecieron la posibi­lidad de la alternativa de Guillermo en Sevilla creímos que era el cartel y el marco ideal. Fermín Bohórquez escogió esa corrida con todo cariño pero no funcionó como esperába­mos. Aun así quedará en nuestro recuerdo siempre, fue un día pre­cioso para toda la familia.

 

-¿Cómo lleva compartir tantas tardes con su hijo Guillermo?

-En las dos temporadas pasa­das he compartido con él casi to­das las tardes. Me pesa mucho. Es sumarle a cada corrida otro punto añadido de tensión. Soy muy me­ticuloso con los detalles, ahora todo eso se multiplica por dos. La preocupación por tu hijo siem­pre está ahí a la que se le suma el análisis del comportamiento de la cuadra y el de Guillermo, si está aplicando lo que hemos trabajado en los entrenamientos o no. De cara al año 2020 trata­remos de torear lo menos posi­ble, quiero confirmarle la alter­nativa en La México y tratar de separar las carreras en la medida de lo posible.

 

-Recientemente su hijo ha recibido el brindis de Diego Ventura en la plaza mexi­cana de Junquilla. ¿Cómo lo interpretó?

-Lo vaticiné, le dije a Guillermo y a mi ahijado que se pusieran guapos que si iban a la corrida les iban a brindar un toro. Aquí nos conocemos todos. Fue un detalle bonito por parte de Diego. Los problemas personales y profesionales que hayamos tenido entre nosotros no deben afectar ni a nuestros amigos ni a nuestras familias.

 

-Volviendo a la temporada española, su paso por Pamplona se saldó con una oreja en la corrida de El Capea.

-Cuando uno tiene fallos también tiene que reconocerlos. En esa tarde de Pamplona me equivoqué con el pri­mer toro. Me hizo un extraño en el embroque y se me fue el rejón de castigo muy delantero. Sangró muchísimo, por eso se terminó tan pronto. Me dio ra­bia porque le había visto calidad. Ante el segundo pude resarcirme pese a ser el cuarto de la tarde que es mi cruz en Pamplona. Me pidieron la segunda ore­ja, fue una faena trabajada.

 

-Otra plaza muy suya es la de Bil­bao, donde también tocó pelo con la co­rrida de Sánchez y Sánchez.

-La corrida de Bilbao no fue nada fácil, fue muy exigente. No tuve suerte con el lote y aunque me fui satisfecho es cierto que no me permitieron lucir­me como quería. Fue importante porque fueron ese tipo de toros que te ponen a prueba pero luego no son agradecidos.

 

-Además de las puertas grandes de León y Badajoz, en las plazas de Portu­gal ha encontrado el reconocimiento que merece su trayectoria con éxito de con­vocatoria y triunfos en las plazas en las que ha toreado en 2019.

-Portugal siempre fue para mí el es­caparate. Allí observé y aprendí desde el principio porque tienen una cultural del rejoneo que no había en España. Mi re­lación con Portugal es estrechísima, mi yeguada es de lusitano. Pese a esa vin­culación a nivel taurino he tenido luces y sombras, no conseguía meterme del todo en el cariño de los aficionados más exi­gentes. Desde hace diez años he disfru­tado de torear en Portugal.

 

-Además del entendimiento de la afi­ción, ¿qué diferencias encuentra con la for­ma de vivir el rejoneo en España?

-El toro es distinto. Casi no sangra, se mueve mucho. Estoy viviendo un idi­lio muy bonito con Portugal. Me muestro como soy. Mi toreo allí no tiene nada de ac­cesorio, es tal y como lo siento. Es la par­te del mundo donde más disfruto ahora mismo. Este año en Campo Pequeño me encontré un toro de mayor calidad y otro más exigente. Pude mostrarme en dos registros distintos y la gente lo supo ver.

 

-Cuando habla de mostrarse tal y como es, ¿se refiere a hacer el toreo de forma clásica, sobria?

-Desde mi madurez como persona y como torero creo que se ha rizado el rizo en cuanto a cómo llegar a la gente. Siem­pre ha sido importante transmitir pero con arreglo a unos cánones, una liturgia que te obliga a respetar al toro. Siempre he entendido el espectáculo como la forma de ensalzar la bravura del toro y las cua­lidades del caballo, desde un equilibrio. No vale triunfar a costa de lo que sea, la esencia debe ser el camino auténtico para el triunfo. Así lo entiendo yo.

 

-Ya que habla de la bravura del toro, ¿no creé que puede estar demasiado descafeinado el toro que se lidia en las corri­das de rejones?

-Hay de todo. En comparación a otra época que he vivido es cierto que toreá­bamos muchos encastes, pero porque los había. Murube no daba para todos los fes­tejos. Eso aportaba variedad. El toro de murube es un toro con ritmo y calidad, ahora hay ganaderías que se pasan de pi­cante y otras son demasiado frágiles pero se está buscando el equilibrio.

 

-¿En qué momento se encuentra el rejoneo en España?

-El momento del toreo a caballo es impresionante. A nivel artístico es fan­tástico. La doma clásica nos ha aporta­do unos conocimientos importantísimos. Para los rejoneadores jóvenes está muy difícil porque hay menos oportunidades que nunca, en las plazas pequeñas no hay opción y para las ferias hay muchos y buenos rejoneadores. El que tiene cali­dad sale adelante.

 

-Además de las grandes estrellas de su cuadra conocidas por todos los aficio­nados, ¿hay novedades?

-Puede parecer que mi cuadra es re­petitiva porque busco las mismas características en todos los caballos, esa for­ma de abrirse, esa manera de reunirse con el toro pero es lo que me llena a la hora de seleccionar y torear. Estoy buscando caballos nuevos, ahora acaba de debu­tar Luso, que tiene una vibración distin­ta a todos los demás dentro del denomi­nador común que le comentaba. Tengo dos hijos de Caviar casi a punto, que tie­nen mucha expresividad como su padre pero con la complejidad de tener tantas virtudes que no fue nada fácil.

 

-¿Cómo se pone de acuerdo con Gui­llermo? ¿Tienen cuadras distintas?

-Hay una serie de caballos que sor exclusivamente míos y otros de él. Lue­go hay un grupito de caballos neutrales que utilizamos los dos dependiendo de cómo nos hayamos encontrado en los en­trenamientos. Días antes de cada corri­da lo decidimos.

 

-De los festejos toreados en 2019, hube uno en una plaza de menor importancia pero de mucha carga emocional que fue el homenaje al maestro Manuel Vidrié en Villar del Olmo. ¿Cómo lo vivió?

-Vidrié ha sido mi padrino y un gran amigo. He compartido muchos momen­tos con él. Toreamos unas cuantas tardes y fueron un privilegio porque él era un es­pejo donde mirarme. Hemos hablado mu­chísimo. Este año toreé ese homenaje pasamos el día juntos en su casa. Me en­cantó compartirlo con él.

 

-¿Qué planteamiento tiene para el 2020?

-Quiero torear muy poquito, unas diez o quince corridas. Lo decidiré es­tos días. Quiero disfrutar de esta etapa mantener mi nivel, continuar con el am­biente que tengo. Con ese número de tar­des me mantengo vivo como torero. Por otro lado creo que va a ser una tempo­rada crucial para Guillermo, quiere es­tar pendiente. Sólo tengo palabras de gratitud a los aficionados, a los caba­llos y a la vida.

 

LAS GANADERÍAS DE LOS HERMOSO DE MENDOZA

En la finca Zaraputz, a las afueras de Estella, pastan las reses bravas y la yeguada de la familia Hermoso de Mendoza. Una pasión compar­tida aunque con la dirección bien diferenciada como explica el pa­triarca: “Guillermo lleva todo el tema de bravo. Está muy ilusio­nado. Ahora mismo tenemos has­ta erales. Por otro lado, yo llevo la yeguada. Tengo dos líneas bien definidas, una dedicada al caba­llo puro de rejoneo y otro para fi­nes deportivos con mayor volu­men para poder competir”.

 

EL TRAJE RONDEÑO COMO ELEMENTO DISTINTIVO

Muchos aficionados se cuestionan por el origen de la vestimenta tan particular de Hermoso de Mendoza que hace unos años cambió el traje corto por uno de tipo rondeño buscando la comodidad y la tradición como perfectamente ex­plica el maestro: “Es un traje típico de la sierra de Andalucía. En las Goyescas había tradición de que los rejoneadores nos pusiéramos este traje. La realidad es que es un traje mucho más cómo­do que el traje corto que lo he lleva­do muchos años pero con la edad los zahones me entorpecían mucho para subirme, cuando echaba pie a tierra. Hice mis consultas antes de lanzarme a cambiar mi forma de vestir para torear. Fui a Jerez a hablar con Alvaro Domecq y le pedí consejo porque no quería faltar el respeto al toreo que es lo que más me podía preocupar. Me dijo que no me preocupara, es una vestimenta de gala típica de caballistas de Anda­lucía. ¿Hay algo que sea más de gala que una corrida de toros? Por ejemplo, el sombrero me gusta más el del tra­je corto pero como he escogido este atuendo lo hago con todo completo”.

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