JANUCÁ es un caballo hijo de GALLO, de una lámina impresionante y de capa baya que cuando está frente a los toros se relaja y ejecuta su labor con parsimonia y un aire de sobriedad que da muy buenos augurios.
El caballo tiene mucha facilidad para medir los terrenos y pronto encontrar ese punto en que se gusta y proyecta con transmisión sus evoluciones en el ruedo.
Al momento de reunirse JANUCÁ lo hace con tranquilidad y en dominio de la situación, consumando los embroques con calidad y mucha verdad, sobresaliendo su gran habilidad para templar a los toros que enfrenta.
Su notable progresión y la ejecución que hace de su toreo hicieron que Pablo decidiera utilizarlo finalmente en banderillas, tercio en donde ha comenzado ya a mostrar su indiscutible calidad.